¿Qué les ocurre a tus plantas de marihuana con el frío?

Tus plantas pueden tener problemas en su crecimiento y a la hora de florecer si se cultivan con temperaturas demasiado bajas. Desde PotencyLed te daremos algunos trucos para evitar ese problema.

 

El frío en las raíces 

Hay que estar pendientes de las bajadas de las temperaturas cuando llega el invierno. Si las raíces de nuestras plantas sufren frío no tendrán un buen desarrollo. Si se detecta en una etapa temprana del crecimiento, no crecerán, el color de las hojas será más blanquecino o amarillento, las hojas se necrosarán y le saldrán manchas si no se sube la temperatura. Todo esto se debe a que la planta no absorbe los nutrientes aunque la tierra si tenga los suficientes para su desarrollo, solo que el frío hace que no los absorba. En este caso hay que estar muy atentos para no sobrefertilizar la tierra, ya que podemos creer que nuestros sustratos no tienen los suficientes nutrientes y en realidad sí, pero como antes hemos mencionado, las plantas no absorben esos nutrientes por culpa del frío.

Planta de marihuana en perfecto estado

 

Planta de marihuana afectada por el frío

 

¿Cómo podemos evitar el frío en las plantas de marihuana?

  • Regar tus plantas con agua templada. Para calentar el agua si la almacenas en bidones, puedes utilizar calentadores de agua.
  • No tener ningún tipo de entrada directa a la calle, se puede canalizar el aire para que no dé directamente sobre las macetas utilizando un regulador de potencia manual o automático.
  • Anular la entrada de aire de la calle si es muy frío.
  • Si la temperatura sigue siendo fría, se pueden utilizar calefactores aunque esto conlleva un mayor gasto de luz y reseca bastante el ambiente.

 

Germinación de semillas de marihuana en invierno

A la hora de germinar tus semillas, el frío también será un problema, ya que suelen germinar en primavera porque tienen las condiciones perfectas de calor y humedad.

 

Si hay que germinar semillas en invierno lo que se debe hacer es poner las semillas en un recipiente con una fuente de calor controlada (canal digital, router…) que esté encendido 24h. Aun así hay que controlar la temperatura con termómetros antes de poner a germinar las semillas. La temperatura máxima debe ser de 26 grados.

 

 

 

 

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